lunes, 15 de febrero de 2010

¡ASÍ NO SE SORTEA!


Dos agricultores que eran amigos, un día deciden comprar una vaca lechera para montar un pequeño negocio.

Una vez comprada la vaca hacen un pacto y que era el siguiente: De ninguna de las maneras la vaca sería vendida, prestada ni traspasada a nadie hasta el fin de sus días del animal. El mantenimiento de la vaca sería costeado a partes iguales y los beneficios, lógicamente también a repartir a partes iguales.

Ambos amigos firmaron el pacto y comenzaron el negocio. Así estuvieron varios años. Todo iba de maravillas hasta que un día se enfadaron y decidieron separarse del negocio; pero había un problema, que la vaca no podía ser ni vendida ni cedida a nadie. Había que buscar una solución y la encontraron. Dicha solución fué la siguiente: sortear la vaca por la mitad, media para cada uno.

Pero resulta que el sorteo no lo hicieron bien, porque, en vez de sortearla a lo largo del cual los dos hubiesen salido beneficiados o perjudicados, ¿saben como la sortearon? ¡A lo ancho!, es decir del centro hacia la cabeza y del centro hacia el rabo. ¿Cuál fué el resultado?, que al que le tocó de el centro a la cabeza tenía que echarle de comer todos los días y, al que le tocó del centro hacia el rabo la ordeñaba todos los días, llevándose los beneficios de la leche y de los escrementos que esta dichosa vaca dejaba cada día.

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